domingo, 27 de febrero de 2011

Ruta por los Castillos del Alto Vinalopó

Llegó el día 27 de febrero de 2011, fecha histórica para realizar una Trotada por los Castillos del Alto Vinalopó, organizada por el amigo Francisco Navarro y los compañeros del club de atletismo Correors d'Elx.

Salida en el Castillo de Banyeres de Mariola

Sobre las 9:30 h. un grupo de 55 atletas de las comarcas alicantinas, y algunos llegados de Murcia y Cartagena, tomaban la salida en el Castillo de Banyeres de Mariola, situado en lo alto del Penyal de l'Águila.

A los pies del castillo

El día gris y frío, amenazaba lluvia, pero ello no era obstáculo, para emprender la ruta histórica hasta Biar o Villena (entre 33 y 39 Km.), según las preferencias de cada uno.

Camino del Castillo del Vinalopó

Entre pinos y sotobosque nos dirigimos a la primera meta del recorrido, el Castillo del Vinalopó o Castell de les Torretes, situado en el término de Bocairent, pueblo limítrofe de la provincia de Valencia.

Subida al Castillo del Vinalopó

Una corta pero dura subida conducía a los restos de la fortaleza almohade, con las laderas repletas de flores de tomillo, diente de león, romero, etc., en plena Sierra de Mariola.

En el Castillo del Vinalopó

En lo alto del castillo, a los pies de los restos de la Torre del Homenaje, el viento frío obligo a abrigarse a todos los participantes.

Bajando del Castillo del Vinalopó

Tras bajar del castillo, la próxima meta era la Font de la Coveta, lugar del nacimiento del río Vinalopó en tierras valencianas de Bocairent, aunque a escasos metros, el cauce del río penetra en la provincia alicantina, por los bellos parajes de Banyeres de Mariola.

En la Font de la Coveta

La ruta continuó por los molinos del cauce alto del Vinalopó, camino de Camp de Mirra, y en este tramo la lluvia se presentó en forma de llovizna, que poco a poco iría calando en los componentes de la aventura.

Llegando al Castillo de Biar

Entre campos de almendros floridos llegamos a la población de Biar, con su imponente castillo, bañado por la lluvia. Fue el final de la ruta para la mayoría, continuando algunos valientes hasta Villena.
Una trotada preciosa pese a la dureza del tramo final de la ruta, contemplando la belleza del paisaje montañoso alicantino, salpicado de fortalezas medievales.

¡Será posible que regresemos a la Edad Media!