¡Enhorabuena a todos los santapoleros! La Mitja Marató de Santa Pola ha entrado en la historia al batir el récord de participantes en la XXII edición, con la presencia de 8.150 atletas.
Cuando las cosas se hacen bien, los resultados son espectaculares, y después de 22 años la prueba ha sido reconocida internacionalmente por la IAFF.
Corría el año 1990 cuando mi amigo y compañero de la sección de atletismo del Valencia C. F., Pedro Carayol Robles, se desplazó a tierras alicantinas para ganar la I edición de la Mitja Marató de Santa Pola.
El amigo Pedro regreso a Valencia radiante, y lo primero que me comentó no fue como había sido su triunfo, sino la perfecta organización de la prueba, la atención al corredor, la señalización de los puntos kilométricos, los avituallamientos, los ánimos de los habitantes de Santa Pola, etc.
Tales fueron sus elogios, que al año siguiente, otro compañero del Valencia C. F., José Luis González Leal y un servidor, decidimos pegarnos el madrugón para asistir a la II edición en el año 1991.
La salida y la meta se situaba frente al Castillo de Santa Pola, y el circuito era más duro que el actual, sobre todo en el tramo inicial, donde se callejeaba por fuertes rampas.
Terminé en el puesto 11º de la general con un tiempo de 1:12:39, pero al igual que el amigo Pedro, lo que más me impactó fue la excelente organización, con las calles de Santa Pola para los corredores, con todo el tráfico cortado a cal y canto, cosa que no ocurría en muchas pruebas de prestigio, donde dividían los carriles con conos y cintas, mientras los coches circulaban en sentido contrario, emitiendo sus gases a la atmósfera.
Nos encontramos a amigos blogueros como "el Murciano" o a J.Ramón "Espíritu González", así como a viejos amigos como el santapolero Gaspar Campello, que debe estar muy orgulloso de su pueblo.
Tras ir a un ritmo vivo en los primeros kilómetros decidí arriesgar e intentar mi mejor tiempo de esta temporada realizado en Valencia en noviembre, con un crono de 1:34:32.
Noté el cansancio a falta de 2 Km., pero la meta estaba cerca y era la hora de sufrir y aguantar el ritmo, incluso el olor a paella de marisco de Casa Baptiste, a falta de 500 metros me dio fuerzas para el "sprint".
Al final entre en meta en 1:30:32, con la misma alegría con la que entré en aquella lejana II edición en la que descubrí la media santapolera.
El vencedor fue el etíope Bekele con un tiempazo de élite mundial, 1:00:32, que quizás hubiese bajado de la hora, de no ser por el frío y el viento de algunos tramos del recorrido.